El corazón: del jeroglífico al televisor

El corazón siempre ha existido. Y no me refiero al que late, que también. Sino al corazón, corazón. El del cotilleo, el de amores y desamores. Ya lo dijo Cleopatra: “A mí en los jeroglíficos, no me vais a grabar más”.

¡Qué me dices!
Sin embargo, el corazón llegó a nuestros días en forma de revistas de papel cuché y más tarde en la televisión. Debió haber muchos, pero uno de los primeros que recuero fue ¡Qué me dices! una joven Belinda Washington (bueno, más joven) y Jose Antonio Botella “Chapis”, presentaban un programa diario en la sobremesa con aire desenfadado, generado entre otras cosas por esas cámaras que se movían por el plató. Chapis, tras 3 años de programa, desapareció del mapa por problemas con las drogas, un ictus y otros episodios familiares. Este es uno de los únicos documentos gráficos que hemos podido encontrar.
Tómbola
El siguiente programa que recuerdo es Tómbola, que más que desenfadado estaba compuesto por gente enfadada. Los primeros gritos, peleas, insultos y más, comenzaron aquí. Tómbola es el abuelo de Sálvame. Inolvidable ese momento “esta gente son gentuza” de Chabeli Iglesias.
Salsa Rosa
Os podría hablar del mítico Corasón, Corasón, pero tampoco quiero que os durmáis así que el próximo programa de corazón fue Salsa Rosa. La cosa se iba poniendo tensa y aquí sí que sí empezó a gestarse el corazón como lo conocemos hoy en día. Personajes que forman ya parte de nuestra vida. A cada cual más interesante. Como fue el día de la entrevista a la Veneno.
Sálvame
Y por fin parimos a la bestia: Sálvame, Sálvame Naranja, Sálvame Deluxe,… Lleva años en la parrilla. Nos gustará más, nos gustará menos. A algunos les encanta, otros lo odian. Pero lo que sí es cierto es que con Sálvame ya no nos hace falta salir al rellano a darle a la sin hueso con la vecina. Es el rellano el que entra en casa. Seamos del bando que sea, a Sálvame le ocurre como a Gran Hermano. Tiene muchos detractores y la mayoría de ellos son los primeros que lo ven. Lo que sí hay que reconocer es que fue un formato muy novedoso, cercano y que los contenidos son discutibles, pero la audiencia es la que manda y ahí lo tiene en pantalla desde hace años. Es lo que hay.

